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miércoles, 2 de mayo de 2012

I.P.S.

Esta iniciales corresponden al acrónimo de Instrucción Premilitar Superior, que era el sistema, que en mi tiempo, se utilizaba para que cumplieran con el servicio militar obligatorio los estudiantes universitarios sin perder años de estudio.

Se realizaba en campamentos, dos cursos en dos veranos, de tres meses cada uno (junio, julio y agosto), Y después de acabar la carrera, y ya como oficial (alférez de complento) o suboficial (sargento de complemento) se hacían las prácticas de cuatro meses en un cuartel.

Hasta el año de asistencia al primer campamento, se pedían prorrogas por estudio.



























En el anterior documento, del año 1969, se me comunica el cese de la última prorroga.

En ese año, a primeros de junio, nos incorporamos al campamento de El Robledo en Granja de San Ildefonso de Segovia. Entre los "malditos" (alumnos de primer año) y los "abuelos" o veteranos, estabamos alrededor de 4.000.

Previamente había que realizar unas pruebas físicas y tests psicotécnicos, obteniendo la certificacaión de aptitud.


El cuerpo de destino que me tocó fué el de ingenieros zapadores. La compañia , la 31ª, cerca del campo de deportes y de los comedores.

La mayoría de los integrantes de la compañia, unos 80 en total, eramos alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, que en esos tiempos era la única de España para esa carrera.

Podría contar infinidad de anécdotas, pues mantengo multitud de recuerdos. Como muestra, os diré que el 20 de julio de 1969, día de la primera llegada del hombre a la luna, me tocó guardia. Asi pude escuchar en directo en la radio,  a Jesús Hermida,  la transmisión de la aventura. Armstrong, Aldrin y Collins, habían alcanzado la luna en el Apolo 11.



En esta foto, tomada en el campo de instrucción, en agosto de 1970, estamos los componentes de mi tienda. Todos de la E.T.S de Caminos.

De pie: Luis Bermejo, Antonio Capote, Fernando Gómez Espi, Alfredo Rguez-Manzaneque y José María Gaztañaga.

De rodillas: Elias del Valle, José Ramón Ortiz, Ignacio Granell y Juan José Moll.

La foto debío ser tomada por Jesús Esparza, el otro integrante de nuestra tienda.

Ahora os muestro la letra de la canción El zapador que cantabamos en las marchas.

El zapador que cae en la alambrada
salvado ha, a mil que van detrás.
(bis)  Y sonriendo, al cielo eleva su mirada
mientras sobre él, sus tropas ve avanzar

Cualquier misión de brecha o alambrada
la cumplirá con fiera decisión.
(bis) No cejará jamás sin verla realizada
si alienta aún su noble corazón.

Vuela un fortín sin que nada lo impida,
nadie sabrá que mano lo minó.
(bis) Pues entre los cascotes entregó su vida,
vida ejemplar, del bravo zapador.

Y así al marchar, la frente levantada
siempre tendrá el bravo zapador.
(bis) Laurel dará al castillo con su invicta espada.
Gloria será de España su valor.



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