Durante muchos años, en el camino de regreso a Majadahonda desde Fuengirola, pasabamos unos dias, con Eva y Javier, en el chalet que tienen en la lagunas de Ruidera.
En esta ocasión, que corresponde al año 2001, volviamos de pasar con Pedro y Paula, una semana en su chalet en Fuengiola, que siempre solía ser en la segunda quincena de julio, con el color moreno en la piel, que solo da el sol que se toma junto al mar, y saturados de espetos, chanquetes, puntillitas, concha fina, y todas las delicias quie se pueden comer en esas tierras malagueñas.
Llegamos el 25 de julio. A finales de julio, Javier y Eva, siempre están en Ruidera, disfrutando de las vacaciones, y a punto de terminarlas. El dia 30 de julio es el cumpleños de Javier, y despues vuelta al trabajo.
En la foto con mi cuñada Eva, y mi sobrina Evita, que hoy dia es una madraza con una parejita de churumbeles.
El paraje es fantástico, donde uno puede reponerse del ajetreo y los nervios de la vida moderna, y volver totalmente relajado.
Eva y Ana tomando el sol, antes del aperitivo.
La casa está situada en la margen derecha de la laguna Colgada, en la urbanización de Los Villares, muy cerca del complejo de Entrelagos, que separa las lagunas del Rey y Colgada.
Ana y Eva, disfrutando de un baño. Sin prisas, hasta la hora de la comida.
El agua es mi medio natural. Pocas cosas hay que me proporcionen mas placer que un buen baño. Sobre todo cuando el tiempo acompaña.
Todo el dia en la piscina, a veces en la laguna. Baño, ejercicio, y una cerveza para reponerse y despues la comida. Una ligera siesta, y vuelta al baño.
Despues un paseo por los alrededores, para ver ponerse el sol. Realmente precioso.
Y despues, cuando anochece una buena cena en los mesones de Ruidera, o en el Restaurante de Entrelagos.
Para terminar, un poco de charla, y a dormir. ¡Como siempre, volvimos a pasar unos dias maravillosos!.
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