Despúes de nuestro traslado definitivo a la península, he tenido la oportunidad de viajar a Tenerife en varias ocasiones, unas por motivos de trabajo, y otras por asuntos personales. Entre estas últimas, una de las que guardo un recuerdo imborrable, fué al viaje con motivo de la boda de Salomé, hermana de Angel, desde el 27 de octubre al 1 de noviembre de 2001.
Salimos de Madrid el dia 27 en el primer vuelo de Iberia, trasladandonos desde el aeropuerto de los Rodeos al Hotel El Tope en el Puerto de la Cruz.
Hacía un dia espléndido y estuvimos en la piscina del hotel hasta la hora del aperitivo y la comida. Luego un pequeño descanso hasta la hora de la boda, que se celebró esa misma tarde y noche en el Puerto de la Cruz. Un dia genial. La boda merece por si una entrada específica.
El domingo 28, una vez descansados de la fiesta de la noche anterior, dejamos el hotel para trasladarnos al Hotel Mencey en Santa Cruz de Tenerife. Por el camino nos detuvimos en el Restaurante La Casa del Vino, en la antigua hacienda de San Simón o La Baranda, en El Sauzal, ahora restaurada.
Desde la terraza de restaurante, donde se aprecia un dia magnifico y unas vistas del Oceano Atlántico impresionantes.
Durante los doce años de nuestra estancia en Santa Cruz, estuvimos viviendo a un tiro de piedra del Hotel Mencey. Un magnífico hotel. Luego me he alojado en él en varias ocasiones, y siempre ha resultado fenomenal.
El dia 29 lo dedicamos a Santa Cruz, previo baño en la playa de las Teresitas, donde me he bañado cientos de veces. Siempre con mis gafas de buceo y aletas, en busca de algun pulpo despistado.
Elena y Angel tratando de recuperar el moreno que ya habían perdido a esas alturas de la temporada.
Elena y Angel tratando de recuperar el moreno que ya habían perdido a esas alturas de la temporada.
¡Impresionante la temperatura del agua a finales de octubre!.
El dia 30 dimos la vuelta entera a la isla. Desde Santa Cruz a Los Cristianos, Playa de las Américas, Fañabé, y paramos a darnos un baño en la playa de La Arena, en Santiago del Teide, cuya arena es totalmente negra, de materiales volcánicos.
Ana, Elena y Marta, totalmente rebozada de arena, tomando el sol.
Después de una ligera comida en un restaurante del Acantilado de los Gigantes, seguimos el viaje hasta Icod de los Vinos, donde tiene su residencia la abuela materna de Angel, conocida cariñosamente como Yayai. Su casa está junto a la plaza donde se encuentra el famoso Drago milenario.
Elena, Angel, Yayai, Marta, y Ana, posando para mi foto.
Después, vuelta a Santa Cruz. Acabamos el dia rotos, pero plenamente satisfechos de nuestro periplo.
El dia 31, un buen baño en las Teresitas. Después comimos en el Restaurante Los Pinchitos, en San Andrés, donde tantas veces hemos disfrutado de una excelente comida (sobre él haré otro día una entrada especial).
En la foto estamos acompañados por la hija y la nieta de Juán, el propietario, que yo conocí, y que ya habia fallecido. ¡Muy buena gente!.
Por la tarde un ligero paseo por Santa Cruz, y a preparar las maletas para salir temprano al dia siguiente hacía el aeropuerto para volar a Madrid.
¡Realmente un extraordinario viaje.
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