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jueves, 7 de junio de 2012

El Palomar

En el verano de 1994, hicimos un viaje turístico a Cataluña. Viajamos en coche desde Majadahonda a Barcelona, donde estuvimos tres dias, alojados en el Hotel Calderón, en la Rambla de Cataluña, y visitamos la ciudad. Parque Guell, Sagrada Familia, Montjuit, instalaciones olímpicas, Rambla de las Flores, Paseo de Gracia, barrio Gótico, etc. Una visita bastante completa.

                                                                     Parque Guell


                                                                  Estadio Olímpico



Desde alli, continuamos hacía Bagur, en la Costa Brava. Un compañero de trabajo, Luis Coll, buen conocedor de la zona, me facilitó la información para alquilar unos apartamentos a la entrada del complejo de Cap Sa Sal. El sitio era precioso. Alquilamos dos pequeños bungalows, contiguos, desde el 16 al 23 de agosto. Uno para Elena y Marta, y otro para Ana y para mi. Nuestras terrazas daban a un acantilado, junto al mar. Al sitio le llamaban El Palomar. Realmente impresionante


                                                       Los bungalows de "El Palomar"

                                                                   Entrada a los bungalows



                                             Vistas a izquierda y derecha desde nuestra terraza

Durante una semana, disfrutamos enormente en la playa, a la que se accedia por una escalera a través del complejo de Cap Sa Sal, que tenia una piscina natural a la mitad de la bajada. También conocimos las playas de Pals, Sa Punta y Aiguablava.

                                                           Marta volando hacía el agua


                                                       Elena descansando en la plataforma

                                                               Marta también llegaba

Muchas excursiones. Figueras, con visita al museo Dalí. Palafrugell. Palamós, donde cenamos en un restaurante, junto al puerto deportivo, muy bueno. Pals, un pueblo que conserva, maravilloasamente, su origén medieval, y Bagur, término al que pertenece Cap Sa Sal, y al que ibamos casi todos los dias a cenar al Restaurante L'Orangerie, fenomenal. El tiempo no dió para mas. ¡Ni menos!

                                      Construcciones de Pals. Perfectamentre conservadas

                                                        Contraluz por las callejuelas de Pals

                                                    Marta y Elena junto a un bello edificio

                                                            Vistas del mar, desde Pals

                                                                         Elena, al atardecer.

                                                                       Marta sonriente

Todas las mañanas, temprano, a las nueve, Ana y yo, nos acercabamos al Bagur para comprar el desayuno. Bollería, churros, etc. En los bungalows había una pequeña cocina americana, que nos facilitaba mucho las cosas. Sobre las diez, Elena y Marta, estaban lista para el desayuno. Luego, playa, excursión. Lo que hubieremos pogramado.
                                                       La iglesia de San Pedro en Figueras.




                                                                        Museo Dalí

                                                    Esperando, para entrar al Museo

                                          Esculturas dalinianas en los alrededores del Museo


                                                Elena y Marta, a la salida de la visita.

Ese viaje fué muy agradable, y de los últimos en que hubo armonía. Elena estaba terminando Arquitectura, y se empeñó en ver edificios y edificios. Los modernistas catalanes, con Gaudí a la cabeza, Mies Van de Rohe, en Montjuit, etc. Todavía fué tolerable. Ya comentaré en otros post, viajes posteriores. León, Santander y Santillana del Mar, Toledo, Cervera de Pisuerga. La eterna discusión sobre a que hay que dedicar el tiempo disponible, crea algunos problemas. Las diferencias de edad, y los diferentes gustos, lo hacen inevitable.

                                           Ana, en Bagur, la tarde anterior a nuestra partida

En cualquier caso, siempre es deseable compartir experiencias con tus hijos. Me queda por cumplir una promesa, si Dios nos lo permite. Invitarles a todos y repetir, a finales de Junio, cuando acaben las clases mis nietas, un viaje a la Toscana. Pisa, Florencia, Siena, con alojamiento en una casa rural de San Geminiano, y alrededores, Certaldo, Volterra, Montalcino, Montepulciano, etc. Ese es, sin ninguna duda, el mejor y mas divertido viaje que hemos hecho Ana y yo, en compañia de Pedro y Paula, Chitina y Fernando, en el año 2003.


                                                    El mar, el dia de nuestro regreso.

Un precioso viaje. ¿Por que entristece rememorar momentos tan buenos?.

PD: Por cierto, no tuvimos el más mínimo problema con el idioma salvo en el Museo Dalí. Los prospectos estaban en Catalán, Frances e Inglés. En Español no tenían, No sabría decir si eso es lo habitual.

El mes de octubre siguiente, Ana y yo viajamos a Roma para asistir al Congreso Europeo de Aparcamientos. estando cenando con Salvador Alemany, en la Plaza de Santa María en el Trastevere, con otros asistentes  al Congreso, le comenté el tema del Museo Dalí, y después de explicarme que era muy amigo del Director de Museo, me insistió que la ausencia de prospectos en español debió ser fortuita, y se ofreció para pedirle al Director me enviara una disculpa, Naturalmente, le indiqué que no era necesario, en absoluto, y le agradecí su amable intención.

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