En el año 1996 se cumplían los aniversarios de dos eventos de gran importancia para mi. Primordial, la celebración de las bodas de plata de mi matrimonio con Ana, y además la celebración de mi cincuentenario. Asi que, decidimos celebrarlo a lo grande, como se merecía, y preparamos un viaje a París.
Las fechas elegidas, del 21 al 29 de mayo, de forma que el día 25 celebráramos mi cumpleaños con una buena cena en la magnífica ciudad. Por medio de la agencia de viajes del Corte Inglés, reservamos los vuelos, y el alojamiento en el Hotel Ambassador, en el 16 del Boulevard Housssman, muy cerca del edificio de la Opera-Garnier. El corazon de la ciudad. En un círculo, menor de dos kilometros alrededor, teniamos: El Musée du Louvre, Place Vendôme, Place de la Concorde, Èglise de la Madeleine, Galeries Lafayette, Musée Picasso, la fleuve Seine, con l`Île de la Cité, y la Cathedrale de Notre Dame. Y un poquito mas lejos, la Rive Gauche, con Sait-German-des-Prés, el Musée d'Orsay, el Musée Rodín, le Panthéon, la Tour Eiffel. En fin, todo a nuestro alcance.
Queriamos reservar la cena del 25, en un restaurante de prestigio, pero es casi imposible con tan pocos días de adelanto. Nos encomendamos al Jefe de Recepción del Hotel, un verdadero caballero, al que le contamos nuestras cuitas. Se lo tomó a título personal y nos prometió que lo resolvería. El dia 24, ya teniamos la reserva. El restaurante que reservó fué La Table d'Envers, en la Place d'Envers, en cuyo lado norte están las escaleras que ascienden a le Ëglise du Sacre Coeur, en Montmatre. Un restaurante maravilloso, y unas de las mejores comidas que hayamos podido degustar en toda nuestra existencia. Tanto la calidad, como el trato recibido y el agradable ambiente, fueron memorables.
Los demás días, caminamos y caminamos. Vimos cientos de sitios, comimos muy bien en Brasseries, que venian en nuestra guia, y nos divertimos enormemente.
Uno de los dias, a última hora de la mañana, muy cansados de tanto andar, llegamos a un plaza bellisima, me recordaba lal películas de D'artagnan, el mosquetero del Rey. La plaza tenía soportales, bancos y jardines en el centro. Hacía un dia soleado y muy buena temperatura. En las aceras con los soportales había tiendas de anticuarios. Se oia muy poco ruido, y nos sentamos a descansar. Asi se debe sentir uno en el paraiso. Nunca se me olvidará la Place des Vosgues.
Otro dia, al atardecer, llegamos a Notre Dame, había poca gente visitandola a esa hora, pero en la zona de los primeros bancos, la lado izquierdo, junto al altar habían situado unas sillas, en las que se encontraban los músicos de una Orquesta de Cámara. Estaban ensayando para una actuación, creo, que al dia siguiente. Música barroca. Casi en penumbra, silencio absoluto. ¡Que maravilla!. No se porque, pero cuando recuerdo esto se me humedecen los ojos.
Por cierto, el dia que estabamos viendo tiendas, cerca del Arc de Triomphe de l'Étoile, en los Champs Elysées, nos calló encima un tormentón, lloviendo fuerte, mas de una hora. Resguardados en el vestíbulo de un cine. En esas fechas estaba jugándose el Torneo de Rolland Garros, y en el hotel nos comentaron que siempre llovía cuando empezaba el tenis.
Con cientos de fotos y miles de recuerdos, que aun perduran, podría hacer una colección de post sobre París. En este solo incluiré unas cuantas fotografías, para dejar constancia de nuestra visita.
Hotel Ambassador
Las fechas elegidas, del 21 al 29 de mayo, de forma que el día 25 celebráramos mi cumpleaños con una buena cena en la magnífica ciudad. Por medio de la agencia de viajes del Corte Inglés, reservamos los vuelos, y el alojamiento en el Hotel Ambassador, en el 16 del Boulevard Housssman, muy cerca del edificio de la Opera-Garnier. El corazon de la ciudad. En un círculo, menor de dos kilometros alrededor, teniamos: El Musée du Louvre, Place Vendôme, Place de la Concorde, Èglise de la Madeleine, Galeries Lafayette, Musée Picasso, la fleuve Seine, con l`Île de la Cité, y la Cathedrale de Notre Dame. Y un poquito mas lejos, la Rive Gauche, con Sait-German-des-Prés, el Musée d'Orsay, el Musée Rodín, le Panthéon, la Tour Eiffel. En fin, todo a nuestro alcance.
Pirámide de entrada al Louvre, Tomada desde una de las ventanas del Museo
Ana, preparada para la visita
La Victoria de Samotracia, en la escalera Principal del Museo
Las tres gracias
Venus cazadora
Pintora copiando un cuadro
La Venus de Milo, ¡Maravillosa escultura!
Terminando la visita al Louvre
Autoretrato de Van Gogh. Foto tomada por mi en el Museo d'Orsay
Los demás días, caminamos y caminamos. Vimos cientos de sitios, comimos muy bien en Brasseries, que venian en nuestra guia, y nos divertimos enormemente.
Esperando en el embarcadero
Naveganado por el Sena
Paseando por la rivera del rio. Tiendas de arte
Artista trabajando en un bodegón
Uno de los dias, a última hora de la mañana, muy cansados de tanto andar, llegamos a un plaza bellisima, me recordaba lal películas de D'artagnan, el mosquetero del Rey. La plaza tenía soportales, bancos y jardines en el centro. Hacía un dia soleado y muy buena temperatura. En las aceras con los soportales había tiendas de anticuarios. Se oia muy poco ruido, y nos sentamos a descansar. Asi se debe sentir uno en el paraiso. Nunca se me olvidará la Place des Vosgues.
Otro dia, al atardecer, llegamos a Notre Dame, había poca gente visitandola a esa hora, pero en la zona de los primeros bancos, la lado izquierdo, junto al altar habían situado unas sillas, en las que se encontraban los músicos de una Orquesta de Cámara. Estaban ensayando para una actuación, creo, que al dia siguiente. Música barroca. Casi en penumbra, silencio absoluto. ¡Que maravilla!. No se porque, pero cuando recuerdo esto se me humedecen los ojos.
Junto a la Catedral de Notre Dame
Por cierto, el dia que estabamos viendo tiendas, cerca del Arc de Triomphe de l'Étoile, en los Champs Elysées, nos calló encima un tormentón, lloviendo fuerte, mas de una hora. Resguardados en el vestíbulo de un cine. En esas fechas estaba jugándose el Torneo de Rolland Garros, y en el hotel nos comentaron que siempre llovía cuando empezaba el tenis.
El beso de Rodin. Museo Rodin
El pensador de Rodin
Los burgueses de Calais, escultura de Rodin
Con cientos de fotos y miles de recuerdos, que aun perduran, podría hacer una colección de post sobre París. En este solo incluiré unas cuantas fotografías, para dejar constancia de nuestra visita.
En el Museo Picasso
Escultura de Picasso
Y para terminar una fotografia del cielo, el dia que llovió tantisimo. En la Torre Eiffel, el cielo tenía ya un color muy raro, y al cabo de un rato descargó la lluvia
Anuncio de lluvia
Una semana es poco para conocer la ciudad, y es evidente que, ¡París vale mas que una misa!
Paris es una de las ciudades mas lindas y romanticas del mundo. Hiciste muy bien en ir ahí. Queria saber donde te hospedaste porque yo estaba buscando hoteles economicos en paris para ir con mi novio en un par de meses y queríamos comparar los distintos alojamientos que ofrece la ciudad.
ResponderEliminar