Uma Viagem a Lisboa I

En el post titulado Viaje a Mérida, publicado el pasado 20 de mayo, comentaba que esa fue un etapa intermedia en nuestro viaje a Lisboa, y asi sucedió. En efecto. el jueves 7 de agosto salimos temprano de Mérida camino de Lisboa, previo desayuno en el Parador. Como era temprano había muy poca gente en el salón del desayuno, y en la mesa de la lado estaba sentado solitario el cantante Gurruchaga. ¡Que tio más raro!.

 Puente 25 de Abril sobre el Tajo.

Alrededor de las 11 de la mañana estabamos cruzando el Tajo por el Puente 25 de abril (antes Puente Salazar) y por la avenida del Engenheiro Duarte Pacheco llegamos a la Praça do Marqués de Pombal. El hotel Sheraton estaba al lado. Dia nublado y con brisa pero la temperatura era agradable.

Hotel Sheraton

El Hall del Hotel y Recepción

Después de dejar el equipaje y el coche en el parking del hotel nos fuimos a pasear, como siempre a aprovechar los minutos. Praça do Marques de Pombal, Av. da Liberdade, Restauradores, Rossio, Rua Aurea y Praça do Comércio, un agradable paseo por la parte noble de la ciudad, Desde alli nos dirigimos a la Catedral de Santa Maria y no adentramos en el barrio de Alfama, hasta el parque del Castelo de San Jorge, la parte del ciudad mas antigua.

Praça do Marqués do Pombal, con el estuario del Tajo al fondo.

Praça dos Restauradores

Vista aerea de Rossio.

 Ana en la Rua Santa Justa.

Elevador de Santa Justa.

Praça do Comércio, junto al rio.

Casa dos bicos en la parte baja de Alfama

Catedral de Santa Maria

Nos quedamos en el parque un buen rato. Las vistas son preciosas, se ve todo la ciudad y el estuario del Tajo, con el puente incluido

 Mirador en el Parque del Castelo de San Jorge.

 Ana en contraluz, el puente al fondo.

Un momento de reposo.

Alguien, que pretendió cobrar, nos sacó la fotografía-

Vista de la ciudad, Ariba a la derecha la torre del Sheraton.

Rua Santa Justa y el elevador vistos desde el Castelo

Terminada nuestra visita bajamos a buscar un lugar donde comer y nos sentamos en unas terrazas al aire libre de un restaurante en la Rua Aurea. Una zona demasiado turística.

Volvimos al hotel a descansar, y otra vez a pasear. En esta caso salimos del hotel y bajamos por la rua Gomes Freire, hasta el Jardim do Campo de Santana y desde alli callejeando, hasta la Praça Figueira donde había unas terrazas de bares y cafeterias muy animadas y nos sentamos tranquilamente Al poco unseñor de raza negra, posiblemenrte angoleño, se acerco a las mesas y soltó un discurso tremendo, en portugués, se notaba que estaba muy cabreado, no entendí todo pero si l suficente para saber que se quejaba del trato de la metrópoli con las colonias, del abuso y maltrato de sus compatriotas portugueses con las emigrantes. Nos dejó con el corazón encojido. Nadie dijo nada, y al final el hombre se marchó.

Para conocer un sitio hay que patearselo, y no solo por lo que indican las guias, hay que salirse de los circuitos oficiales y ver como es la vida de la gente normal en la ciudad. Lisboa es una ciudad antigua y necesitaba una gran rehabilitación. Me imagino que en los años transcurridos y después de la celebración de la Expo se habran restaurado algunos barrios. En cualquier caso, Lisboa es una ciudad agradable con gente acogedora, y merece la pena visitarla y disfrutar de su historia, de sus monumentos y su ambiente.

 Fachada del Restaurante Gambrinus.

Detalle de una de las salas del restaurante.

Otra vista del restaurante

Por la noche fuimos a cenar al Restaurante Gambrinus de la Rua das Postas de Santo Antâo. muy cerca de Rossio. Tenía muy buenas referencias de él como uno de los mejores de Lisboa, y pudimos disfrutar de su cocina, aunque a un elevado precio. En la actualidad es el único de la ciudad que tiene una estrella Michelín.

Uu buen comienzo en  Lisboa. La ciudad es verdaderamente bonita

(Algunas de las fotos, en especial las del restaurante, se han tomado de internet, desconociendo su autor concreto. Tambien otras de plazas y monumentos)