Xanno vom Chrysanthemen

El año 1981, por motivo de trabajo, conocí a Peter Rohrbeck, arquitecto alemán afincado en el Puerto de la Cruz, al que habiamos vendido una parcela en la finca de la Quinta Roja en Santa Ursula. Peter había tenido un Safari Park en las cercanias del aeropuerto de Los Rodeos, y, aunque entonces quedaban pocos animales, nos invitó a visitarlo.

En la foto está acompañado de un guepardo que sacó de la jaula y lo mantuvo amarrado con un arnés. El miedo que pasamos Ana, Elena, Marta, que iba en cochecito, con un año de edad, y yo, fué indescriptible. Peter nos pidió tranquilidad, e incluso insinuó que le acariciásemos. Luego nos mostró una cicatriz en la frente que se había hecho jugando en la jaula con una pareja de guepardos

Tenía un pastor alemán llamado Jug y le comentamos que era precioso, además estaba perfectamente entrenado. En verdad, era una maravilla de animal.

Por esa amistad, le presté ayuda en las gestiones con el Ayuntamiento de Santa Ursula acerca de la liquidaciones de Impuestos de Plusvalía y otros temas, pues yo tenía relación con el alcalde. Meses después, en septiembre de 1982, había viajado a Alemania, y al regreso me llamó por telefono para que nos viéramos en el Café Columbus del Puerto de la Cruz. Ana me acompañó, y la sorpresa que nos llevamos fué enorme. Peter estaba sentado en la Cafetería, a cada lado de la silla había un perro, ambos pastores alemanes e inmoviles. Uno era Jug, y el otro, recién traido de Alemania, Xanno de la finca de los Crisantemos. Era el regalo de Peter, agradecido por la ayuda prestada. Nunca se lo agradeceré bastante

En la foto podeis ver a Xanno, un animal maravilloso. Tenía tres años cuando nos lo trajo. Era hijo de un Sieger (significa campeón en aleman, y aplicado a los perros designa al campeón del Concurso Anual donde se elige al mejor del concurso).

Peter nos entregó el pedigrí, el pasaporte alemán auténtico, con toda la documentación sanitaria y los test superados. Había sido entrenado por el adiestrador de la policia de Hamburgo. También me  dió un folio con las ordenes de mando (en alemán) que Xanno obedecía de forma maravillosa.

Necesitaria un libro para describir sus aptitudes. Como se adaptó a nuestra casa. Como se crió con Marta, a la que cuidaba y vigilaba constantemente. Los momentos agradables que pasé en el Parque García Sanabria con otros "locos" de los perros; un jesuita que era amigo y compañero de Alfredo, el hermano mayor de Pedro; un matrimonio de Palma de Mallorca, el marido era comisario de la policia, que tenían una hembra de pastor alemán, muy bonita, del criadero que la guardia civil tiene en Marivent; un muchacho jovén, del que no recuerdo el nombre, pero si del gran danés que le acompañaba, Fredoom, un perro negro enorme, muy pacífico, pero cuando labraba asustaba a todos los demás, y asi hasta una docena que nos veiamos a diario.

Seguiría contando y contando anécdotas de Xanno, que afortunadamente perviven en mi memoria, pero ya he sobrepasado los límites razonables para un post.

Continuará