No se trata de extraterrestres, aunque si de una especie escasa. Durante los doce años que permanecimos en Tenerife, solo tuvimos ocho visitas, incluyendo familiares y amigos, asi que, como hecho excepcional, iré publicando en distintos posts algunas de ellas.
En este caso. empezaré por una de las mas numerosas, en enero de 1982, vinieron a pasar unos dias con nosotros, y a conocer a Marta, que entocens tenía 16 meses, nuestra sobrina Ana María, mi cuñada Elena y Chelo (d.e.p) su amiga y compañera de fatigas.
A todos nuestros visitantes les mostramos en esos pocos días de estancia, lo mas significativo, desde nuestro punto de vista. ¡Claro está!
En este caso, vimos Santa Cruz de Tenerife, El Puerto de la Cruz, Las Cañadas y el Teide, subiendo por la Orotava, y la finca de Fañabé, por la carretera del Sur, que bordea toda la isla, con lo que en la práctica dimos un rodeo casi entero.
En el Paseo marítimo del Puerto de la Cruz
Elena y Ana María, paseando por el Puerto de la Cruz
Puerto de la Cruz, con el Lago Martiánez al fondo
En el ascenso a las Cañadas por la Orotava, parada obligatoría en el Mirador de Ortuño.
Magníficas vistas con el Teide al fondo
Elena y Ana María junto al Roque Cinchado
El grupo en el Roque Cinchado
En las Cañadas del Teide
Ana María y Elena dandose un baño en la plataforma que tenía el Castillo del Duque de Abrantes.
La escalera la había colocado Don Pablo Larrate, para falicitar el baño.
(En ese paraje me bañé cientos de veces durante los años de mi estancia en Tenerife)
Ana María arreglandose el cabello, después del baño
En la fachada sur del Castilllo, desde donde se divisa la Isla de la Gomera.
Precioso el arbusto de la Flor de Pascua
Creo que les gustó la visita, que aunque cortita, fué bien aprovechada
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