En septiembre de 1989 Ana y Marta volvieron a Madrid, para empezar el curso. El colegio que elegimos fue el Jesus Maestro, en la calle Guzman el Bueno. Un buen colegio que, además, estaba muy cerca de la Inspección de Educación, donde iba a trabajar Ana.
Como había hecho con Elena, ayudé a Marta es sus estudios. Las matematicas como eje principal y algo de física y química, pero alguna vez pedía ayuda en otras asignaturas, como lo demuestra la anecdota que cuento.
El curso 1994-1995 les pusieron unos ejercicios en Lengua y Literatura, de forma que tenían que escribir unas poesías dedicadas a un color. Me pidió alguna idea, y yo, como siempre me pasé siete pueblos, y le escribí un par de poesías, que naturalmente rechazó. No era muy partidaría de utilizar el trabajo ajeno. Aparte de que mi obra le pareció un poco cursi. ¡Que la vamos a hacer!. Pero le sirvió para ver por donde debían ir los tiros.
Como prueba del trabajo desarrollado por Marta en el colegio, muestro el resultado de una de las evaluaciones, cuando estaba en COU en el curso 1997-1998.
En la evaluación final de COU tuvo Sobresaliente en todas las asignaturas. Cuando terminó los estudios en el Jesús Maestro, tenía nota suficiente para matricularse en la Complutense en la Facultad de Medicina.
Y ahora, publico una de las poesías que escribí entonces, que, como siempre, tengo guardada entre mis recuerdos. Papeles, fotos, disquetes, postales, cartas, etc.
AL BLANCO
Con suave manto la nieve blanca cubre todas las sierras,
y en la cañada el pastorcillo, alegre, canta una tonada,
el perro ladra, y lucen, las ovejas, al sol su lana blanca.
¡Mañana, por fin, ha de bajar al pueblo, para esquilarlas!.
Esta pensando que ha de llevarle a la rapaza algunas flores,
gardenias blancas, jazmines, blancas camelias y margaritas,
y campanillas, y hasta una rosa, blanca, si la encontrará.
La moza es bella, con grandes ojos. Esbelta, y piel muy blanca,
los labios rojos, morena, y tiene los dientes como de nacar
Es primavera, y en la llanura, cerca del río de aguas frías,
trabajan hombres, en campos de algodonales de copos blancos,
como los copos de la nevada. Con grueso nudo, al cuello atados,
llevan pañuelos blancos, que les alivia el sudor de la solana,
y al fin del día, vuelven al pueblo, de casas blancas, encaladas,
llenas de flores las ventanas. Llega la noche, están cansados,
la ducha fresca, hablan con sus mujeres, cenan, luego a la cama,
de blancas sábanas y colchón de lana. Y descansan hasta mañana.
En una granja, en la colina, esta el vaquero junto a sus vacas,
hay una negra, varias manchadas, otras son rojas y una blanca.
Todos los días, de madrugada, se va al establo con la gañana,
y las ordeñan, llenan las cántaras de leche blanca, con mucha nata.
Luego hacen queso, y mantequilla blanca, y requesones y cuajada.
Tienen gallinas, conejos y cabras, un cerdo, y palomas blancas,
y esta mañana están contentos, dos cestas llenas de blancos huevos,
un cabrito, un ternero y gazapos. Les espera una buena temporada.
Creo que para uno de Ciencias no esta mal. ¡Sed indulgentes!
JUAS, JUAS, JUAS, JUAS, de lo mejor que he leido en mucho tiempo, sobre todo porque conociendote aun es mejor!!!
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