El jueves 12 de junio, amaneció un dia esplendido. Tras cinco dias disfrutando de un tiempo fantástico, en unos paisajes maravillos, empapándomos de cultura arte e historía hasta los tuétanos, y bastante bien alimentados, no podiamos sino estar en buen estado, con el alma tranquila y gozosa. Cualquiera diría que teniamos un colocón, y, en efecto, lo teníamos, de placer y satisfacción.
Después del desayuno decidimos pasar el día en San Gimignano, una visita a fondo. Mientras las mujeres se preparaban para la excursión, salí a tomar unas fotografias por la Fattoria.
Una vez que empezamos a subir cuestas, Fernando se rindió, y quedamos en recogerlo en la Piazza della Cisterna, donde nos esperó tomando un Pastís.
El jardín, en absoluto silencio, solo alterado por el vuelo de algún pájaro.
La piscina, esperando que algún bañista se anime.
Las calles y edificios de la Fattoria San Donato. Calma total.
Carretera que circunvala la Fattoria.
Una vez todos listos nos dirijimos a San Gimignano, para extraer todo su contenido y seguir enriqueciéndonos de arte e historia.
Pedro con nuestro Fiat Multipla, preparado para la salida.
Llegada a la Piazzale Martiri Montemaggio.
Entrada principal al casco antiguo por la Porta di San Giovanni.
Caminando por la Via San Giovanni.
Preciosa cerámica toscana en los comercios de la calle principal.
San Gimignano fue fundado como un pequeño pueblo en el siglo III. a.C. por los etruscos. Los documentos históricos comienzan en el siglo X, cuando adoptó el nombre del obispo San Geminiano que la había defendido de los hunos de Atila.
A diferencia de otras ciudades como Bologna o Firenze en donde la mayoría de sus torres se vinieron abajo ya sea por guerras, catástrofes naturales o renovación urbana, San Gimignano ha logrado conservar cerca de 15 de sus 72 torres de diferentes alturas que se han convertido en su símbolo internacional. La ciudad moderna se extiende hoy algunos kilómetros fuera de la muralla, por la que se entra por la llamada Porta San Giovanni.
Subiendo por la Via San Giovanni encontramos varias galerias de arte, una de ellas nos llamó la atención por sus cuadros y esculturas de bastante calidad.
Seis lienzos de distintos estilos y autores.
Una pareja de obras de escultura modernas.
Dos grupos de cerámica con diseño muy actual.
Seguimos con el paseo por la ciudad
Productos típicos de la tierra. Obsérvese a los jabalíes disecados.
Llegando a la Piazza della Cisterna.
Desde la Piazza de la Cisterna a la Piazza del Duomo.
Fachada de la Colegiata de Santa Maria Assunta, antigua catedral. Fué construida en el siglo XII, en estilo románico, con tres naves paralelas. Consagrada por el Papa Eugenio III en el año 1148.
Torres al contraluz.
Músico tocando el arpa en el patio adjunto a la Colegiata. El efecto era impresionanate.
Callejuelas y jardines del casco antiguo.
Torres y palacios.
Ana y yo en un monumento junto a la muralla.
Vista parcial de San Gimignano desde la parte alta de las murallas.
Impresionante grupo de torres.
Urbanizaciones modernas en los alrededores de San Gimignano.
La campiña toscana vista desde las murallas.
El grupo en la muralla.
Parque que separa las viviendas de la muralla.
Terminado el paseo, volvimos a la Colegiata para visitarla con toda tranquilidad.
Silvia, Paula y Ana viendo los frescos góticos que ocupan toda la superficie de las naves laterales.
Santa Maria Assunta.
Varias detalles de los frescos, que reflejan la vida de Cristo. Pintados por artistas de Siena y Firenze.
El claustro con arcos de medio punto románicos.
Otra vista del Claustro.
Ana en el claustro.
Otras obras pictoricas de la Colegiata.
Acabada la visita a la Colegiata, Un paseo por el mercadillo.
La famosa cisterna en la Piazza del mismo nombre.
La Piazza de la Cisterna
Terraza de la cafeteria donde nos esperaba Fernando.
Descansando en la terraza antes de volver a la Fattoria.
Despedida de San Gimgnano.
Nuestro querido paisaje toscano.
El el jardín de la Fattoria San Donato. Silvia que hizo buenas migas con Angelica Benedetta, la hija de Umberto y Federica.
Un grupo de clientes, alemanes, de San Donato, comiendo en una pérgola del jardín.
Silvia con el león, que no es tan fiero como lo pintan.
La sexta jornada acabó con una suculenta comida que preparó Marisella. Con un paseo por la tarde por los alrededores de San Donato completamos otro día memorable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario