Meandros y Poliedros: Frédérik Bazille

Cada dia que pasa estoy más anonadado por lo que supone tener a nuestra disposición internet y semejante cantidad de información ¡Es impresionante!. Por ejemplo, hoy deseo hablar de pintura, del impresionismo, de Frédérik Bazille, y en unas horas uno puede llegar a adquirir un conocimieto bastante respetable sobre ese tema. Su biografía, imágenes de sus pinturas, opiniones de profesionales... Todo está a nuestra disposición!, .... y el que no sabe es por que no quiere.

Frédérik Bazille (Fotografía tomada en 1965)

Frédéric Bazille nacíó el 6 de diciembre de 1841 y falleció muy joven en el frente de guerra el 28 de noviembre de 1870, se unió a un regimiento Zuavo en agosto de 1870, un mes después del estallido de la Guerra Franco-prusiana y murió en combate el mismo año en Beaune-la-Rolande cuando sólo contaba veintinueve años.

Fue un pintor francés impresionista que nació en Montpellier, Hérault, Francia, en el seno de una familia protestante de clase media, se interesó por la pintura tras ver algunas de las obras de Eugène Delacroix. Su familia le permitió estudiar bellas artes con la condición de que estudiara también medicina. Frédérik empezó a estudiar medicina en 1859 y se trasladó a París en 1862 para continuar los estudios. Allí conoció a Pierre-Auguste Renoir y quedó cautivado por el impresionismo, entonces empezó a asistir a clases en el estudio de Charles Gleyre. Al suspender sus exámenes médicos en 1864, comenzó a pintar a tiempo completo. Entre sus amigos más cercanos estaban Claude Monet, Alfred Sisley y Édouard Manet. Su posición en una familia acomodada le ayudó a apoyar a algunos de estos artistas ofreciéndoles espacio en su estudio y materiales para pintar. (Wikipedia)

Bazille tenía solamente veintitrés años cuando pintó varias de sus más famosas obras, entre ellas El vestido rosa. Su obra más conocida es Reunión familiar.

He seleccionado veinticuastro pinturas de Bazille, pintadas entre el 1864 y 1870. Me parece un extraordinario artista y siento pena porque el destino no le permitiera culminar su carrera, como sin duda habría hecho.