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lunes, 13 de mayo de 2013

Volver a Granada

Volver a Granada siempre es un placer. La he visitado en numerosas ocasiones, por motivos de trabajo o personales, y en todos los casos las estancias han resultado muy gratas.

Granada es un ciudad ideal para vivir. Cómoda por su tamaño, tiene 239.000 habitantes en el censo del año 2012. En ella está una de las universidades mas antiguas de España, lo que le confiere un caracter alegre y juvenil, y muy próxima al mar y a la nieve. Pero lo más atractivo es la ciudad en si misma, muy visitada por el turismo, al reclamo de la Alhambra, una de las joyas de nuestra pais.

Al poeta y crítico mexicano Francisco de Asis Icaza y Beña se le atribuye la famosa frase que ensalza la ciudad de forma merecida. Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada.


Facil de encontrar en la Alcaiceria impresa en cerámica granadina, se la puede ver en varios sitios de Granada. Dos muy significativos: en la plaza de las Pasiegas junto a la entrada principal de la Catedral, y en uno de los muros que circundan la Alhambra (ver foto)

En este caso la visita ha sido originada por la boda de mi sobrino Alfredo con Patricia, nacida en la ciudad. Con esa intención viajamos a Granada el pasado viernes 9. El viaje de ida lo hicimos con Elena y Angel. Salimos a las 9:30 y a las 13:30 estabamos aparcando en el Parking Victoria de la calle San Antón, muy cercano al hotel. Esta vez elegimos un hotel muy pequeño pero muy agradable, El Hotel Parraga 7, en la calle del mismo nombre, que buscó Elena, muy aficionada a estos menesteres. Marta y 'Antuan' se incorporaron a último hora de la tarde pues no podian salir por la mañana.

 Entrada al Parking Victoria, en la calle San Antón esquina con la calle Recogidas.


Después de alojarnos y dejar el equipaje salimos tomar un tentempie, yo conocia la Plaza de Bin Rambla y alli fuimos, pero estaba a rebosar y encontramos sitio en la Plaza de la Pescadería, con la casualidad de encontrarnos con mi hermana Araceli, que habia llegado desde San Sebastián el dia anterior.

 Ana y yo en la terraza del bar restaurante, tambien muy llena.

Araceli  nos sacó está fotografía a los cuatro.
 
Por la tarde, depués de un ligero descanso nos fuimos caminando hacia el Paseo de los Tristes para asistir a la invitación de los padres de los novios.

Sentados en un terraza del Paseo de los Tristes, bajo los muros de la Alhambra.



 Torre de Comares y Peinador de la Reina

Ya anochecido asistimos a la cena a la que fuimos invitados, en un lugar muy especial,  el Carmen de la Victoria, un lugar fantástico en el Albaicín desde el cual se divisa la Alhambra con unos vistas increibles.

 Vista de la Alhamba desde las terrazas del Carmen de la Victoria,  a las 21:00

 Vista de la Alhambra iluminada (a las 23:00)

El sabado, teniamos tiempo libre, la boda era a la una del medioadia y dccidimos aprovechar para pasear por Granada.

 Desayunando en la cafeteria Vitola, del hotel. Antuan habia salido a correr los kilometros del día

 Puerta del edifico del Ayuntamiento de Granada.

Fachada del Ayuntamiento.

En el herbolario Titi & Carpi. El olor de los especias es fantástico.

 Escultura del pintor Alonso Cano, granadino de origen

 Entrada a la Iglesia del Sagrario, junto a la Catedral.

 Paseando por la Alcaiceria

 En la calle Zacatín.

 Elena y Marta buscando un sombrero en Ale-Hop


 Probandose  el sombrero con etiqueta incluida.

 Momunento a Isabel la Católica y Cristobal Colon.

 Detalle de las esculturas.

 De regreso al hotel para arreglarnos para la ceremonia.

Mientrass la señoras se terminaban de arreglar me dió tiempo a pasear por los alrededores

 Fuente de las Batallas-

 Terraza de Chikito, todavia sin montar.

 Unas jovenes que iban a la salida de la Romeria del Rocio.

 Carrera de la Virgen, con el Corte Inglés a la derecha.

 Fuente de las Granadas en el Paseo del Salón.

 Puente romano sobre el Genil.

 El Genil, con el Albaicin al fondo


Fachada de la Iglesia de Santa Ana y San Gil (foto de Internet)

La boda se celebraba en la iglesia de Santa Ana y San Gil en la Plaza Nueva al inició del Camino del Darro. Se dió la coinciencia de que ese mismo dia se produjo  la salida de la ciudad de las carrozas que se dirigen a Almonte en la Romeria del Rocio, que ocupaban todo el centro de la ciudad. Todo Granada estaba en la calle. Un dia perfecto, pero los cortes de tráfico provocados por caballistas y carrozas retrasaron media hora la llegada de la novia a la iglesia, sin mayores consecuencias. La ceremonia fue muy lucida.

 Esperando a los novios.

 Entrada del novio y la madrina (mi sobrino Alfredo y mi cuñada Eva),

El sequito acompañante

 En espera de la novia.

 Entrada de la novia y el padrino (Patricia y su padre, Jorge)

Evita II, hija de mi sobrina Evita, muy cansada.

 Evita II a punto de dormirse.

 Mis hermanas Araceli y Adela, con Elenita y Germán.

Mis hijas y mis yernos.

 Los novios recibiendo una lluvia de arroz y confetis.

 ¡Que se besen! ¡Que se besen!

Posteriorente nos trasladaron en autobuses a la Hacienda Torre el Rey, en la salida 137 de la autopista a Motril, donde se celebró el banquete. Una exageración, aperitivos al aire libre muy bien servidos, una copiosa comida y cena al atardecer. ¡A la porra el régimen!.


 Llegada del nuevo matrimonio a la Hacienda, donde fueron recibidos por la Tuna.

Mesa de los novios y los padrinos

Mi mesa. A mi izquierda mi hermana Araceli y Ana.

Mi cuñada  Rosa, mi sobrina Ruth, y  Kiko

 Enfrente, mi cuñado Germán y mi hermana Adela,

Enfrente, Mi hermano Fernando y mi cuañada Pili.

Elena y Angel brindando desde su mesa.

La mesa de los hermanos de los novios. En el centro Javier y Marga

Niko, Sergio, Andrea y Marga.

Por la derecha, Niko, Eva, y las hermanas de Patricia.

Las hermanas de Patricia.

Partiendo la Tarta Nupcial.

 Despues de comer, ya pasadas las 7 de la tarde, al solecito con unas copas de cava.


 Fernando y Germán. descansando del banquete.
 Mi sobrina Irene con Ana.

Mi mujer, Ana, con cara de satisfacción por lo que disfrutó, como todos en la fiesta.
 .
Esta fiestas tienen muchos aspectos positivos, además de acompañar a los novios en un dia tan importante en sus vidas, sirven para reencontrarse con familiares y amigos a los que no vemos con asiduidad, y mantener un relación social muy necesaria y, casi siempre, agradable.

Practicamente esos hechos ocuparon dia y medio de los dos que duró nuestra estancia, pero aun asi nos dió tiempo de callejear por Granada y disfrutar de una ciudad muy bella, y de sus gentes, que hacen gran parte de su vida en la calle, en un ambiente festivo y alegre.

Cierro el post agradeciendo a lo padres de Patricia, Gracia y Jorge y a los de Alfredo, mis hermanos Eva y Javier,  su amable invitación y reitero desde aqui mis mejores deseos de felicidad para los recien casados.

La vuelta a casa la hicimos con Marta y Antuan el domingo por la mañana en un viaje muy tranquilo, y a las 15:00 nos dejaron en casa en Majadahonda. 

¡Un excelente fin de semana!


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