En la última revista DownBeat publicada aparece un artículo dedicado al pianista Roberto Fonseca nacido en La Habana en 1975. Desde sus inicios, Roberto ha estado relacionado con la música. Su padre fue batería y su madre Mercedes Cortés Alfaro, cantante profesional, además de sus dos hermanos mayores; Emilio Valdés (batería) y Jesús «Chuchito» Valdés Jr. (piano) son también dos músicos de prestigio internacional.
Roberto Fonseca.
El album Yo de Roberto Fonseca ya ha sido un éxito comercial y de la crítica en Europa, donde fue lanzado en el año 2012. Ahora, según comenta Bobby Reed, ha sido publicado en los Estados Unidos. El pianista es un ejemplo clarisimo de lo que hace tan excitante la música improvisada en el siglo XXI. Fonseca forma parte de una generación de músicos que siente que todos lo sonidos del mundo son accesible para ellos, ya sean formatos acústicos, eléctricos o digitalizados, música tradicional, ritmo antiguo o nuevos elementos informáticos de estudio. En las entrevistas para la prensa declara “This is the objective of the album: to touch the African roots without forgetting where I came from, without forgetting Cuba.”
Fonseca consigue su objetivo de forma espléndida. En el album los créditos separan las pistas entre African percussion y Cuban percussion, pero lo importante en esta música infecciosa es que los ritmos afro-cubanos, música del mundo, el jazz, la música dance, poesía recitada y la interpretación vocal (entre los invitados figura la cantante Fatoumata Diawara) se mezclan de manera ambiciosa y grácil. Las cancioness 80’s y Gnawa Stop incluyen solos de piano que muestran la calidad de Fonseca.
Portada del album Yo (2012)
Trasera del album
Publico un artículo de Carlos Pérez Cruz que expresa su opinión sobre el nuevo album de forma admirable:
¿Hay contradicción entre la desnudez de Roberto Fonseca en la fotografía de portada del disco y el contenido? ¿La hay entre el YO del título y el amplio Nosotros que contribuye a darle forma? El mensaje parece claro: esto es lo que hay, este soy yo y como tal me muestro desnudo, sin máscaras ni escudos. Sin embargo, el YO del pianista cubano Roberto Fonseca se teje aquí a partir de una ingente telaraña de colaboraciones y elementos de post-producción ajenos al YO desnudo. Es en el ambicioso revestimiento donde se cifran los claroscuros de esta obra.
No debe de resultar fácil hilar un discurso musical coherente con tantos músicos de geografías y culturas diversas, productores involucrados (Gilles Peterson, Count…) y filiaciones estéticas tan, a priori, dispares (no por ello divergentes). ¿Lo logra? Hay de todo. Su YO musical se diluye muchas veces en un magma sonoro, en ocasiones tan grandilocuente como efectista (y efectivo, por qué no). Un disco básicamente de producción, de estudio, difícilmente trasladable al escenario donde, paradójicamente, será más fácil intuir el YO íntimo de Fonseca.
Sonoridades malienses, ritmos gnawa (lejos, no obstante, del encaje natural y en igualdad que logra, por ejemplo, Joachim Kühn con su trío; aquí hay escuadra y cartabón), poesía de excitación pasional (cuando escucho recitar al sobreexcitado Mike Ladd en Mi negra ave María no sé si ponerme a quemar contenedores o abrazar a todo el mundo), evocaciones de Carlos Santana (con kora electrificada), funk eléctrico, remezclas uncha uncha, baladas pop con épica final, incluso una breve composición conceptual dedicada a su hermano mayor, en la que un barrido de frecuencias radiofónicas sobre un imperturbable y avejentado sonido de piano habla de la importancia de la radio para que llegaran a Cuba nuevas sonoridades.
Aunque hable de su YO, tengo la impresión de que aquí su personalidad musical está excesivamente sometida a designios y factores externos. Como si se tratara en cada pieza de lograr un impacto definitivo mediante la exuberancia y la aspiración de obra total. Por ello las palabras del propio Fonseca -“los músicos muy a menudo nos olvidamos de que un silencio puede ser más revelador que un montón de notas”- se manifiestan en clara contradicción con lo expuesto en este disco.
Par mostrar algo del estilo del nuevo album, publico un video de YouTube que contiene la interpretación de la primera pista 80,s en directo, que a mi me apabulla. Los ritmos de todos y el piano de Fonseca son impresionanates
¡Puesto que hoy nadie tiene dinero para comprar albumes, al menos, oirlo en Spotify!
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