Siguiendo con la serie de "visitantes" a Tenerife, hoy corresponde el turno al primer visitante que tuvimos el honor de recibir en nuestra casa en Santa Cruz de Tenerife, durante nuestra estancia en la isla.
En este caso se trata de nuestra sobrina Maria del Prado, tercer hijo de mis cuñados, María del Carmen, hemana de Ana, y su marido Francisco, Paco para los amigos.
María del Prado, también conocida como Prado, o Pipi, como la llaman sus hermanos, es dos años y unos meses mayor que Elena. Nacíó un 26 de febrero, y su nombre corresponde al de la Patrona de Ciudad Real, la Virgen del Prado, de donde es oriundo Paco, su padre. He de preguntarle cual es el motivo, porque el que se denominan culipardos a lo nacidos en Ciudad Real. Nada extraño, si se compara con el apelativo de moñigones con el que se distingue a los nacidos en mi pueblo, Alcazar de San Juan.
En julio de 1980, un poco antes de que Ana diera a luz a mi hija Marta, María del Prado, como a mi me gusta llamarla, pasó unos días con nosotros, hasta que volvió hacía Madrid, cuando el parto era inminente.
En esas fechas, puesto que Ana estaba a punto de dar a luz, no hicimos demasiadas salidas y por tanto tengo pocos registros fotográficos.
María del Prado, Elena y Ana, en la Playa de la Américas
Descansando en los salones de un hotel del Puerto de la Cruz
Elena y María del Prado. Observad a Elena. Es realmente difícil que abra los ojos delante de una cámara
María del Prado, muy sería. Como siempre.
Preparada para el vuelo, con la documentación de autorización que exigen a los menores de edad que viajan solos.
Como a todos nuestros visitantes, muestro agradecimiento por su viaje.
Hoy en día, María del Prado, es Licenciada en Medicina, a la que dedica su vida, y es madre de dos personajes encantadores, su hijos Ignacio y Marta, a los que trata de educar con esmero con la ayuda de su marido Ignacio
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