Hoy he dedicado poco tiempo a preparar material para un post porque me he puesto a ver fotografías, y, como siempre, he pasado varias horas viendo mis fotografias antiguas. ¡Me encanta!.
Como ya estamos en diciembre, lo que mas me ha entretenido han sido las fotos de Navidad de cada año, que son siempre entrañables. Hoy he elegido unas pocas fotos del Nochevieja de 1997. Ese año lo celebramos en casa los cuatro solos. Ana, Elena, Marta y yo.
En las fotos se puese apreciar que no pusimos de tiros largos. Esa costumbre arraigó durante nuestra estancia en Tenerife. Nuestros amigos Paqui y Pico junto a Marga y Chomín, tenían por costumbre vestirse de etiqueta para la Nochevieja y hubimos de adaptarnos, con agrado. Luego al volver de Canarias seguimos practicandolo, justo hasta el año 1997.
Ese año fue el último que estuvimos solos, pues Elena se casó en 1998 y a partir de ahi estuvo también Angel, cuando no viajaban a Tenerife a pasarlo con su familia.
Recuerdo que Ana preparó una buena cena, luego esperamos a las Campanadas, los brindis, oimos música, un rato de tele, y luego vinieron a recoger a Marta para irse a una fiesta con su pandilla.
Asi acabó para nosotros un buen año, empañado por algunos sucesos que no puedo olvidar, como el asesinato de Miguel Angel Blanco, y el cautiverio y liberación de Ortega Lara. No puedo comprender como han permitido que los responsables y todos los que apoyaron aquellos hechos estén ahora en muchas instituciones del Pais Vasco.
Nuestros politicos, de izquierdas o derechas, cobardes y acomplejados, siempre se han disculpado con la excusa del comportamiento democrático, cuando los contrarios se limitan a dar tiros en la cabeza, o volar con bombas sitios públicos para matar gente, cuanto más mejor, incluso niños.
Nunca han llegado a entender que el tema de los nacionalismos no se arregla con paños calientes. Ha habido cientos de casos en la historia, muchos de ellos con conflictos bélicos, que se han resuelto de forma parcial o temporalmenrte, pero sin solucion definitiva. Pero la tolerancia siempre supone una degradación del orden.
Hoy no deseo dedicar más tiempo a esos temas, asi que vuelvo a las fotografías, que expongo a continuación.
Preparados para la cena
Un poco de baile para ayudar a la digestíon
Elena y Marta.
Ana y yo.
Ana, que no si cantaba o recitaba.
Bailando, siempre con el cigarrillo en la mano.
Descansando cuando nos quedamos solos.
El año 1998 trajo venturas y desventuras, que contaré en otra ocasión. Ahora solo me queda desear a todos que tengais:
¡Felices Navidades y un Año Nuevo 2013 un poco mejor que este desgraciado 2012!.
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